Fluyan mis lágrimas, dijo el policía

Una (otra) curiosa historia de Satori Dick, en un futuro próximo y distópico, un estado policial en el que la resistencia (siempre en 2ndo plano) es el movimiento estudiantil, y un famoso cantante, privado de súbito de su identidad pública, deambula durante dos días por unos EEUU muy reconocibles.

Ni al policía ni al cantante llegamos a conocerlos bien, pero de este aprendemos y nos deleitamos gracias a unos encuentros gratificantes con cinco mujeres en los que dialogan acerca de moral, psiquiatría, amor, elecciones vitales... y nuestro lugar en el mundo.

Un estilo sencillo, de esos que "no se nota", una historia mucho menos complicada que en otras ocasiones, una narración que avanza de modo rápido y fluido (con esos remansos de la palabra y la música)... y esa irremisible sensación, al leer la última línea, de que somos un poquito más sabios, de que acabamos de ser testigos de otra (más) "tranche de vie".