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No tenía ninguna idea preconcebida a la hora de leer esta novela y no sabía lo que me iba a encontrar y realmente me ha sorprendido muy gratamente. Una novela de ficción histórica, con una historia profunda, sensible, bonita, esperanzadora y muy bien contada que no ha parado de sorprenderme. La autora nos adentra en los entresijos de la sociedad madrileña de los años sesenta y lo entrelaza con el de la actualidad de tal forma que me han entrado ganas de ir allí y disfrutar de los lugares que aparecen en la novela. Todo comienza cuando muere Oliver, marqués de Gadea y un gran amigo de la abuela de Tessa, Rosemary. Oliver le ha legado varias cosas a Rosemary, pero requiere que algunas de ellas se recojan en persona. Dado que Rosemary es muy mayor y no es recomendable para ella hacer un viaje desde EEUU a España, le pide a Tessa que vaya ella en su lugar. Tessa recibe de la familia de Oliver un anillo y un diario. Diario que no es capaz de evitar leer y que le introducirá en una historia apasionante que pondrá de manifiesto muchos secretos que afectan a Oliver y a su familia y que le removerá de tal forma que afectará incluso a su futuro. En él Oliver nos cuenta cómo conoció y se enamoró de Eloise, una mujer con un pasado muy duro que iremos descubriendo a través de estas páginas y que marcará toda su existencia. Me ha resultado una lectura muy amena, que no se hace para nada pesada y a la que no le sobra ni una página. Sin duda es una historia que recomiendo muchísimo. |
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