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Al principio de empezar el libro, no estaba segura si entendía o no lo que estaba leyendo, pero por otra parte, no podía parar de leer. Sin embargo, es cuando llegas a las últimas páginas, que puede que lo que no entendías al principio, empieza a cobrar sentido y si prestas atención, no puedes evitar volver a releerlas. El inicio es un duro golpe en sí, te deja un poco en shock. Para entender el porqué del comienzo y saber el desenlace de este tienes que seguir la historia, empaparte de ella y llegar al final. Una historia que se nos presenta en Francia, París, pero que, al mismo tiempo, nos lleva a recorrer el mundo entero. Una historia muy actual y moderna, llena de referencias a estos últimos años que hemos vivido, dónde la realidad y el mundo virtual se entremezclan. Donde se habla de música, de literatura, de filosofía y todo lo referente a la tecnología y las redes sociales. Puedes sentirte identificado en algunas cosas, pero la ficción supera la realidad con un nuevo metaverso. Una historia donde se nos narran dos puntos de vista importantes en la trama y que nos ayudan a entender mejor el suceso inicial. Nuestro protagonista no era una persona tecnológica, le aborrecían las redes sociales y la superficialidad de la gente, pero un día, cansado de la rutina y del mundo que lo envuelve, decide entrar en este metaverso para ver que se esconde dentro. Con muchos plot twist que te dejaran con la boca abierta, cada uno de ellos con más intriga e impactado que el anterior. Cuando parece que va bien o mal no paran de girarse las tornas para volver a sorprenderte. Las últimas 100 páginas (más o menos) hacen que no puedas soltar el libro de verdad. Hay libros de los que no puedes evitar hablar con tu pareja, con los amigos o familiares, este ha sido uno de ellos. En mi caso, yo soy lectora y mi compañero gamer, además de los juegos reales o inventados que salen en el libro, conversamos sobre los acontecimientos, debatimos y hasta le recomendé que lo lea algún día. Con este libro te replanteas muchas preguntas y sobre todo, el pensar si estás malgastando tu vida detrás de una pantalla, donde la realidad no es nunca lo que parece. |
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