La Trampa de la Singularidad

MUNDO
La ambientación es una tierra futurista con los habituales problemas de sobrepoblación, contaminación y guerra por recursos (USA VS Potencia Ruso china)

PERSONAJES
Entre lo que es correcto y sus propios intereses es algo que aparece todo el rato. Pero en general, la mayoría termina en un cliché muy americanado. El general que quiere solucionarlo todo con una bomba nuclear y hacer desaparecer el problema. El mediador. El prota que se sacrifica por la raza humana. La raza alienígena que termina por ceder a las exigencias humanas.

TRAMA
La idea me ha parecido genial. Y aún que al menos hasta el 40% no empieza la cosa a desvelarse y el proceso es bastante lento y tedioso de seguir. El resto del conflicto no para de escalar en el siguiente 60%. Acción, decisiones poco morales, amenaza de erradicar a la raza humana, contacto con una inteligencia alienígena. Transformación biotecnológica.
¡Unos muy buenos ingredientes!

EJECUCIÓN
El principio se me hizo bastante pesado. Y al final me quedé por la promesa de la otra mitad. Asi que, os recomiendo paciencia si le dais la oportunidad.
El problema es que en muchos casos la tendencia a los americanismos frente al resto de naciones o conflictos terminó por sacarme del todo de la historia. Como ver una de esas malas películas de cowboys en el espacio y el constante concurso de meada más larga . En ese sentido, no fue mi libro.

Lo recomiendo si lo que buscas es una ópera espacial al más estilo estadounidense con su buena dosis de acción, ciencia ficción y una trama decente de primer contacto extraterrestre !!

La idea, al principio, aunque no sea especialmente novedosa, me estaba gustando. Sin embargo, a partir de un determinado punto (que será alrededor de lo que girará la historia desde entonces) el ritmo se ralentiza y se estanca. Se le dan vueltas a los mismos conceptos una y otra vez y, aunque estos fueran interesantes en un principio (dilemas filosóficos y morales), acaban por hacerse repetitivos y perder el interés. Además, si a esto le sumamos un final descafeinado, a mí se me ha quedado una historia con poca sustancia.

Eso sí, el narrador: de diez. Está narrado por Carlos Moreno Minguito y es básicamente lo que me ha hecho llegar al final.

No es que sea una mala historia, es solo que se alarga demasiado para la poca chicha que tiene.