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Lo que comienza como la aventura de dos pilluelas en apuros se convierte en una conspiración a nivel multicultural con tintes de epopeya. Acción de videojuego, geografía vívida, héroes vibrantes y magia fascinante inundan las 475 páginas de un primer libro complemente adictivo de una saga que ahora comprendo por qué se ha hecho viral. La autora posee un gran sentido de la aventura. Desde la primera página, las protagonistas se meten en líos que van creciendo en calibre hasta enredarlas en la política explosiva de los tiempos en que viven. Son brujas, una lee la verdad en los demás y la obra distingue los hilos emocionales que desprenden y unen a las personas. Sin embargo, son un par de alocadas prófugas que han dejado atrás sus responsabilidades familiares hasta que una travesura fallida las coloca en el punto de mira de enemigos poderosos. Es cierto que la narración refleja las numerosas culturas, relaciones y lenguas de las Tierras Embrujadas, pero no llega a colapsar la trepidante trama de persecuciones, luchas y estratagemas en las que se ven involucradas estas dos aventureras. Puede que resulten apaleadas y sangrantes, aunque siempre se revuelven contra sus oponentes con salvajismo y destreza. La amistad entre ellas me ha gustado por su lealtad inquebrantable. Son personajes que pertenecen a culturas contrapuestas, por lo que sus orígenes dotan de mayor disputa y variedad a la acción constante. Lo mejor en cuanto al aspecto de fantasía es el sistema de magia, en el que los cuatro elementos, las gemas, la sangre, las emociones y los olores compiten en una palestra llena de usos estimulantes, desde vuelos con la manipulación del viento a magia a distancia con un cariz muy moderno. Envidiable. Los personajes en general son también intrigantes. Por un lado, las dos protagonistas femeninas, valientes y listas. Por otro lado, el elenco de personajes masculinos, algunos calculadores, otros fieros espadachines. Me han encantado el príncipe náutico, todo nobleza patriótica, y el sorprendente brujo de la sangre, quien tiene más capas que una geoda. Debo decir que las interacciones entre todos ellos son tan emocionantes como las numerosas escenas de luchas y peligros. Y se intuyen romances al rojo vivo :-D Hay ciertos elementos que me han recordado a otras series de libros: La espada de la verdad, de Terry Goodkind, por los vínculos y las sacerdotisas, y Las naves de la magia, de Robin Hobb, por sus monstruos marinos y sus reinos al borde de una guerra en medio de legendarios pasados. Los capítulos se alternan ágilmente entre las perspectivas de Safiya, Iseult, Merik y Aeduan, creando un tapiz de objetivos contrapuestos empapado de feroces lizas, persecuciones, secretos políticos, tormentas de viento, magia curativa, enemigos oscuros, bestias voraces y, sobre todo, unos personajes que maduran y aprenden y se hacen reales al final del camino. Un final apoteósico el de esta novela, que acaba en una victoria pírrica para todos los involucrados y siembra el campo para la próxima y muy codiciada aventura: Windwitch. Afortunadamente, este final anima a seguir leyendo, pero no nos mata con un corte sin resolución. Recomendadísima a los fans de la fantasía de acción, la amistad y la magia multifuncional. Enlace: http://torretadebabel.blogsp.. |
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