Mi peque ADORA este cuento. Lo leemos cada noche y a veces repetido. Cabe decir que tiene 18 meses y llevamos un año leyéndoselo. La cara de ilusión con la que vive cada página y pop-up, además del secreto final del cuento con su gran desplegable con los que abre muchísimo los ojos y está deseando que le cacaree a la mamá del pío pepe (como le llamamos nosotros), lo hacen un libro único y con el que más disfruta. Además de enseñar estos 2 animales y sus sonidos (lo teatralizo mucho), es como antiguamente popeye y sus espinacas, es decir, que si se alimenta bien crecerá y será tan grande y fuerte como el pío pepe e incluso su mamá.
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