Crónicas de Jerusalén

Guy Delisle se traslada con su pareja, miembro de Médicos sin fronteras, al este de Jerusalén para vivir allí durante un año con sus dos hijos. Mientras dibuja bocetos y es interrumpido por fuerzas militares para que deje de hacerlo, Delisle nos contará a través de un cómic que sería como un diario de abordo de su aventura. Gracias a este libro, nos es más fácil adentrarnos en el conflicto israelí y en la división del país, y, vemos de primera mano, como la disputa se resuelve a base de violencia.

Aunque Guy trate con un toque de humor su experiencia en Jerusalén, es cierto que no tuvo que ser fácil, no sólo porque a nivel cultural convivan diferentes religiones o grupos sociales, y es que ver un bombardeo desde un checkpoint y sentir en tus propias carnes que puedes morir tú o uno de tu familia no es nada fácil. Delisle se muestra como un tipo singular al que le gusta dibujar y busca siempre lugares para hacer bocetos y es experto en estar en el lugar inadecuado en el momento menos oportuno, y por eso te hará soltar carcajadas en medio de un país lleno de desgracia.

Sin lugar a duda es una buena manera de acercarse a la historia israelí, un conflicto que sigue vigente en la actualidad, y vivirlo de una manera más auténtica: desde los ojos de una persona que ha vivido en el país siendo extranjero. No hay más verdad que la que ve un extranjero al vivir en nuestro país pues nosotros sentimos ese «patriotismo» (que no significa sólo banderas de España) y nos nubla la visión de la realidad en ocasiones.
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