El príncipe destronado

En un familiar, cotidiano y hasta chabacano diálogo entre un narrador omnisciente y un observador independiente , se atraviesa la peculiar manera de observar la vida de el protagonista , Quico.

En un estilo ligeramente abajo de genial Delibes consigue estampar el retrato de una generación, sus situaciones políticas , sociales, bajo la mirada atenta de “ el príncipe destronado “ Quico, quien al ser desplazado de la condición de Benjamin de la familia por su hermanita Cris debe adaptarse a este cambio, sufrirlo e intentar modificarlo.

Lo extraordinario de la narrativa , es el intercalado de las situaciones del día a día de la familia y la servidumbre con el entorno de la época a través de la óptica de un niño de 3 años, que como una esponjita absorbe todo lo que se cruza en su camino, dándole su propia interpretación a través de su corta experiencia y su larga imaginación.

Conflictos y vivencias que parecen querer recordar que todos tuvimos una infancia, que el tránsito por la misma no resulta nada fácil cuando la atención es desenfocada por razones rutinarias, no por ello menos trascendentes, sobre todo para el protagonista (cualquiera, no solo Quico)

Relatado en el curso de 12 horas el día de Quico es sólo una incidencia en la dura “guerra “ contra la vida . Un retrato realizado con extremada precisión, desde la narrativa,la perspectiva y hasta la “ psicología” de los protagonistas, en particular la de Quico , a quien aprecias y te conmueve o no, pero indiferente no te deja.

La película ( “ La guerra de papá “) bastante apegada a la novela original, pero con el inserto de situaciones un poco más dramáticas, recurso necesario, para suplir la ausencia de la preciosa narrativa de Delibes .

Directo a la lista de “ libros escritos con los ojos de la inocencia “.