Llevo leídos algunos libros de Delibes y he de decir que todos me han gustado. Esta historia, salvando las distancias, me ha recordado a mi infancia y ha sido una experiencia muy gratificante. Yo no era ni mucho menos tan traviesa como el protagonista y sus amigos, pero también me llevé alguna que otra reprimenda un verano que, al creerme ya mayor (11 años), no hice mucho caso de mis padres y tampoco respeté los horarios establecidos dándoles algún disgusto. Esta es la historia de Daniel el Mochuelo que, a punto de dejar su casa y su familia para ir a estudiar el bachillerato a la ciudad, recuerda su vida en la aldea, sus correrías con sus amigos, las travesuras, el descubrimiento de su entorno, los vecinos y vecinas... todos los personajes y sus vidas, todo relatado magistralmente. Una lectura fresca y entretenida, que te hace sonreír algunas veces y también te entristece otras. Una lectura muy recomendable, no muy extensa, que se lee en unos ratos y te deja de muy buen talante. ¡Feliz lectura! |