Vaya sorpresón, vaya maravilla. Me ha ALUCINADO la manera de escribir de Delibes, esa capacidad para utilizar la palabra precisa en cada momento; esa capacidad de describir y narrar y trasladarte a ese pueblecito de Cantabria, y presentarte a sus vecinos, a esos personajes tan peculiares, y, sobre todo, esa capacidad para que, en un par de páginas, cojas cariño al Mochuelo, el Tiñoso y el Moñigo. Uno de los detalles que más me ha gustado es que la historia está teñida de la inocencia propia de un crío de once años, Daniel, el Mochuelo. A través de su punto de vista, se nos cuentan sus ocurrencias y las de sus amigos, las anécdotas del pueblo, etc., en el contexto de la posguerra. Qué maravilla, de verdad. Enlace: https://sinhintercalada.com/.. |