Un clásico de Delibes, un libro llevado muchas veces al teatro y al que tenía ganas hace tiempo. El protagonismo de Carmen es indiscutible, toda la charla que le echa a Mario no tiene desperdicio. Aunque me ha llamado la atención la cantidad de laísmos que tiene y que la protagonista se repite muchas veces, imagino que para darle más humanidad al personaje. La historia está bien y descubre que el conocimiento de Delibes de la psique humana es absoluta. Lo recomiendo.
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