Gracias y desgracias del ojo del culo

“Más te quiero que a una buena gana de cagar” ~ Gracias y Desgracias del Ojo del Culo de Francisco de Quevedo y Villegas.

Sí, el ojo del culo tiene todo un tratado literario que Francisco de Quevedo escribió allá por el 1620. Cuatrocientos años han pasado desde entonces y el libro podría estar de plena actualidad.

Médicos, nutricionistas y hasta psicólogos nos recuerdan día a día la importancia de mantener el intestino sano –de hecho ya se habla de él como el segundo cerebro–.

Pues Quevedo alaba en este libro, que se lee en media hora, el papel que el ojo del culo juega en nuestro organismo. Un ojo bien posicionado, explica el autor, porque se encuentra cerca de los órganos más divertidos de nuestro cuerpo–«Dime con quién andas, diréte quién eres», recuerda Quevedo–; pero también un ojo imprescindible, sin el que no podríamos vivir.

Sin embargo, no está exento de desgracias: caídas y resbalones que se pagan con un buen golpe en el mismo sitio; enfermedades que terminan con un jeringazo; o travesuras que culminan en un azote.

Hay más, muchas más desgracias pero también muchas gracias. Y gracias de todo tipo porque si algo tiene este ojo es que es gracioso por sonidos que produce. Aquí manda Quevedo otro tratado y recuerda que “el valor de un pedo que es prueba de amor, pues hasta que dos se han peído en la cama no se tiene por aposentado el amancebamiento”.

No os cuanto más. Es un libro para descubrir por uno mismo: breve, divertido y con una temática totalmente diferente. Lo podéis encontrar gratuito en varias plataformas. Este sí sería de interés para leer en el Instituto. Desde luego debate iba a haber.