Me pregunto que se le pasó por la cabeza al bueno de Quevedo para dedicar esta obra satírica a una parte del cuerpo humano tan poco dada a la exposición publica. Entiendo que estando la mayor parte de los atributos comunes tan elogiados y puestos en circulación, no le quedó mas remedio que estrujarse la sesera para dar con algo original. Sea lo que fuere, lo cierto es que le quedo una obra singular y divertida donde haciendo uso de su ingenio establece una audaz defensa de esta poco valorada región de la anatomía (sin olvidarse de las desgracias a que puede quedar expuesta por la arriesgada posición que ocupa). Se trata pues de una obra amena, que se lee rápido y arranca mas de una sonrisa. La edición que yo leí tiene bastantes expresiones antiguas pero gracias a las anotaciones, se puede seguir el desarrollo sin ningún problema. |