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Qué difícil es escribir una reseña sobre esta novela después de leer el maravilloso epílogo que la acompaña, escrito por Sylvie le Bon de Beauvoir, quien ha hecho posible la publicación de este manuscrito inédito. Y al mismo tiempo, qué difícil hablar de esta novela, de carácter autobiográfico, sin desvelar nada al futuro lector. Porque a mi modo de ver es muy recomendable empezar a leerla sin tener absolutamente ninguna noción acerca de ella; nada que condicione, dirija o contamine la mirada sobre el relato. Así, solo resta la posibilidad de intentar transmitir el carácter o la naturaleza de las sensaciones que esta primera lectura de #simonedebeuavoir ha desencadenado en mi, dejándome paralizada, con « estupor y temblores ». Y con muchas preguntas. Algunas de ellas giran en torno al posicionamiento de Simone de Beauvoir en aquel momento (en boca y actitud de su propio personaje); es posible que sea una obra que de cuenta de la evolución de su pensamiento, pero de ser así se me abren aún más interrogantes, pues este manuscrito es de 1954, posterior a “El segundo sexo”. El relato de Simone de Beauvoir es intenso en las temáticas y ya revelan algunas de sus principales inquietudes con respecto de la vida de la mujer y de la construcción de su identidad y de su vida, indisociable de deberes, obligaciones, expectativas y múltiples normas sociales operando desde diferentes escalas. Ha sido un regalo acceder a esta historia basada en la vida de Simone a través de sus propias palabras, que no dejan duda alguna acerca del impacto que tuvieron sobre ella los hechos, la relación y la mujer en que se basa. Destila fuerza, personalidad y profunda devoción y está escrito de forma maravillosa. |
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