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Esta novela presenta una situación tan verosímil que da miedo: una nueva organización terrorista que ha crecido en la sombra y cuando se ha descubierto su existencia ya es demasiado tarde, pues puede que estén infiltrados en los gobiernos de todo el mundo. Los personajes están bien creados. Gray y sus amigos son adolescentes comportándose como adolescentes, saltándose las normas, sufriendo a sus padres... A la primera ministra sólo llegamos a verla en su faceta de madre estricta y preocupada Los guardaespaldas Julia y Ryan son dos polos opuestos obligados a trabajar juntos, y parece que consiguen llevarse bien. Pero, aunque la autora nos muestra retazos de todos ellos, no llegamos a conocer mucho a nadie más que a Gray. Es una novela juvenil que para mí ha pasado sin pena ni gloria, no sabría muy bien que decir de ella. No me ha enganchado, pero tampoco me ha aburrido, los capítulos cortos han hecho que fuera una lectura fácil. Quizá he echado en falta un poco más de acción, aparte de las escapadas e intentos de investigación de una adolescente. He sentido que toda la historia gira en torno a Gray, y no en torno a la amenaza que sufren. En conclusión, no está mal para pasar el rato, pero se puede pasar sin leer este libro. |
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