 |
Retelling de la Reina Malvada con una ambientación en el Japón feudal. Suena genial, pero no ha sido lo que esperaba encontrar en esta historia. Xifeng vive en un pueblo muy humilde con su tía Guma, dedicadas por completo al arte del bordado de la seda. Sin embargo, su tía también práctica las artes oscuras, magia negra y la lectura de las cartas, unas cartas que han marcado el destino de Xifeng. Las enseñanzas de su tía han sido duras: la ha maltratado, le ha prohibido tomar decisiones y tener libertades, todo por ponerla en el camino que debe recorrer si quiere aspirar a la grandeza y a su destino. En un momento de impulsividad, decide huir del pueblo a la Ciudad Imperial junto a Wei, su amante, para entrar al servicio de la emperatriz. Allí poco a poco irá ganando prestigio dentro de la corte gracias a su belleza e inteligencia, dejando a todos eclipsados por ella. Para conseguir sus metas sabe que deberá renunciar a muchas cosas e incluso puede llegar a perderse a si misma en el proceso. La premisa era muy interesante. En el comienzo conocemos la situación de Xifeng con su tía y todo lo que ha sufrido de niña, pero no se pone interesante hasta la mitad de su viaje hacia la Ciudad Imperial que es donde se topa con criaturas mitológicas y de leyenda de este mundo creado por Julie. Este libro está lleno de mitología y dioses dragón junto a estas criaturas, pero no han tenido mayor importancia. Esperaba que nos hablase de la religión, puesto que adoran a estos dioses, y tuvieran más protagonismo las criaturas que parecen muy interesantes pero apenas nos deja ver un atisbo. Después la trama se volvió monótona, repetitiva e incluso aburrida. Era el día a día de Xifeng en su nueva situación sin nada más que rutina y monotonía mezclado con personajes que deberían de haber dado más juego a la historia. En cuanto a la política del libro, con una guerra que se asoma por el horizonte (se supone), no sabemos absolutamente nada de los diferentes reinos, del porque de los conflictos. Nada. También debo decir que me habría gustado ver a la Reina Malvada, pero solo he visto a una chica superficial que tan solo se preocupa por su apariencia y su belleza. Cuidado no le roce algo en la cara y destruya su belleza porque puede hacer de ello una catástrofe y pegarse mucho tiempo lamentándose por la perdida de esa belleza por una cicatriz. Lo único similar a la villana que todos conocemos es el origen del espejito mágico y su mítica frase y la obsesión por la belleza y la superficialidad del personaje. Y hablando de personajes ese ha sido otro punto que no me ha gustado. Xifeng ha sido insufrible, llorando por algo que ha decidido pero que no quiere llevar a cabo porque lo ansía todo, preocupada también únicamente por su belleza y su destino. A pesar de todo lo malo si que me ha gustado esa determinación, no dejarse pisotear y estar dispuesta a todo por conseguir sus metas. En cuanto al protagonista masculino, Wei, en un principio me encantó, pero a poco se va viendo esa actitud posesiva, celosa y machista y dejó de gustarme. Lo mismo con Sun, cuya actitud no podía ser más infantil y celosa. La verdad que no he logrado conectar con ningún personaje y se me quedaron bastante planos. La trama, puesto que conectar con los personajes es algo esencial para mi para disfrutar más de la historia, ha pasado sin pena ni gloria. Esperaba algo que no encontré, unos personajes cuyo comportamiento no me ha gustado y un mundo poco aprovechado. El final me ha dejado bastante fría y dudo mucho que lea el siguiente libro de esta saga. |
>
