Esta es una desternillante historia en la que estos tres locos limpiaventanas desescalerados, junto con Billy, un niño que sueña con poner una pastelería, se verán envueltos en una disparatada aventura en la que aparecen un excéntrico duque y un temible delincuente. Esta obra de Roald Dahl era desconocida para mí pero me ha parecido muy divertida y original. La combinación de los tres animales, la función que desempeña cada uno como limpiaventanas, la candidez del niño y las formas de los duques me han parecido la combinación perfecta. No solo es una historia que enganchará a los niños (está recomendada a partir de 8 años) sino que me parece que hace una gran aportación a desarrollar su capacidad de crear e imaginar situaciones disparatadas con las que divertirse. Además creo que fomenta en cierta manera la diversidad y la aceptación de quienes no son como nosotros mediante la colaboración de estos tres animales tan diferentes, presentándose también como una apología de la amistad, de la generosidad e incluso la justicia, a la vez que nos enseña que los sueños se cumplen. |