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Dicen del periodismo que es una profesión vocacional. Aunque pasan los años y cada vez tengo más dudas, sin duda, dentro de todas las infinitas ramificaciones de este oficio, los sucesos siempre me han parecido otro mundo. Y es que una cosa es llevarte trabajo a casa. Otra distinta es la angustia de las familias, la desesperación de los agentes, la crueldad de los criminales. Es complicado no rayar en el morbo al hablar de vilezas tales como asesinatos, violaciones, torturas y desapariciones. Pero Cruz Morcillo lo consigue: con todo el rigor periodístico, pero con la cercanía de una confidencia. Y gracias a los testimonios y recuerdos de quieres se enfrentaban cara a cara con lo más sórdido de nuestro país. Dadle una oportunidad si no lo habéis hecho ya. |
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