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Crítica de AlhanaRhiverCross


AlhanaRhiverCross
15 May 2019
De nuevo repito con Marta Cruces aunque esta vez en solitario después de haber probado con ella a cuatro manos junto a África Ruh con "Escrito con sangre y seda". En este caso es un género bastante diferente pero que me llamó la atención desde que vi anunciada su publicación, primero por curiosidad porque me encantaría seguir la evolución de esta autora y segundo porque todo lo que tenga que ver con videojuegos me capta enseguida como buena chica gamer que soy. Como suele ser habitual, dado que ya tenía decidido que leería esta novela, ni siquiera me molesté en leer la sinopsis aunque a grandes rasgos sabía de qué iba y mis conclusiones han sido dos: que tenía razón en confiar en una nueva historia de Marta Cruces y que a veces las expectativas son las únicas que nos fallan y no las historias que leemos en sí mismas.
A grandes rasgos, hay dos cosas que quizás han hecho no que disfrute menos de la lectura pero sí que no me haya gustado aún más. de una tengo la culpa yo y sólo yo y es la falsa expectativa que me creó la portada porque esperaba que fuera mucho más divertida e incluso de género chick-lit, por eso del juego y del amor creí que sería una comedia romántica con situaciones graciosas pero no: es romántica pura. Y de ahí paso al segundo punto que me ha flojeado y es que al ser romántica pura, la historia de amor tiene que ser muy pero que muy sorprendente para que mantenga mi interés leyendo y a la vez la química entre los protagonistas tiene que ser muy buena para que me convenzan como pareja. Me hubiera gustado encontrarme con algo mucho más arriesgado, con unos protagonistas más innovadores, por eso creo que al acabar de leer la sensación ha sido la de haberme quedado a medio gas aunque no haya supuesto ningún problema a la hora de ir leyendo porque no deja de ser una buena novela de entretenimiento.
Sin necesidad de leer la sinopsis concreta, en general la trama de Amor en juego es sencilla y en cierto modo, muy típica. Dorian es un desarrollador de videojuegos algo caótico que lleva un tiempo sin una buena idea por culpa de un bloqueo creativo. A su alrededor y trabajando desde casa, cuenta con un equipo estupendo de desarrolladores y diseñadores al que dirige con amabilidad y buen rollo y con los que mantiene una relación de amistad además de compañerismo. Sin embargo, su empresa cree conveniente enviarle a Claire, una organizadora profesional, para que ponga algo de orden en los nuevos proyectos. Lo primero que cambia Claire es su espacio de trabajo (porque en el fondo sueña con ser diseñadora de interiores), aunque lo que menos espera Dorian es que termine por cambiar su vida entera. Claire es, si acaso, el personaje con más tópicos que tiene la novela: vive con su hermano pequeño, Chris, con una carrera que no le gusta y manteniendo una relación con su padre muy tensa y distanciada debido al tema del trabajo porque en realidad ella no está conforme con su deriva profesional y no se atreve a apostar por su sueño personal.
Así a simple vista, no hay nada nuevo en el horizonte más allá del chico conoce chica y salta la chispa. Es más, la relación romántica es la parte con más clichés de todo el libro y la que en general me ha sabido a poco aunque me haya entretenido igual, que una cosa nunca quitará a la otra, si se saben manejar. Por eso, respecto al propio romance he tenido mis altibajos al ir leyendo porque para mi gusto considero que empieza demasiado acelerado, muy evidente desde el primer encuentro y a mí me gustan más a fuego lento y pausados para mantenerme enganchada, mucho más que si se descubren todas las cartas desde un principio. Aquí la atracción es tan clara y los pensamientos hacia lo que sienten por el otro son tan obvios a las pocas páginas, que parece que poco queda por desarrollar. Luego es verdad que rebaja bastante la velocidad, porque la trama empieza a centrarse en otras subtramas, y quizás se ralentice demasiado hasta el punto que parece que se estanca sin avanzar aunque sepamos cómo va a terminar. Realmente esto es un tema de percepción lectora porque influye muchísimo el tipo de romances que disfrute cada lector@ así que esta cuestión de ritmos románticos no es algo intrínsecamente negativo.
Por otra parte, todo lo demás es un acierto continuo porque la historia tiene muchos más puntos a favor que los pocos que me han flojeado a mí. Por ejemplo, ambientar tema laboral en el mundillo de la industria de los videojuegos por parte de Dorian, nos lleva a conocer muy pero que muy bien cómo funciona la creación de un videojuego desde que solo es una mera idea hasta que sale al mercado. La autora plasma muy bien todas y cada una de las fases, con un montón de tormentas de ideas creativas, de estrategias para mejorar el producto… Se nota de lejos que domina todo ello ya sea por experiencia o por documentación, pero está claro que ha disfrutado incluyendo todas esas pinceladas para darle mucha mayor credibilidad al personaje de Dorian y todos los secundarios que lo rodean. Gracias a Dorian, tenemos al gran antagonista de la historia: un antiguo rival de personalidad manipuladora y ambiciosa que no duda en pisotear a quien esté a su lado para pasar por encima. El típico trepa sin escrúpulos, vaya (aunque este es un tópico de la vida diaria). Sin embargo, aunque sea una historia del pasado de la que Dorian aún no ha pasado la última página, resulta ser uno de los conflictos actuales que tiene el protagonista y para mí personalmente, al haberme desinteresado un poco del desarrollo del romance, es esta otra relación la que me ha mantenido en ascuas, con los flashbacks diseminados de los recuerdos de Dorian, mientras intenta que no afecte a su proyecto ni a los que trabajan con él.
Precisamente, el grupo de compañeros de Dorian es otro de los aspectos que más dinamismo le aporta a la novela, que ya de por sí tiene un ritmo muy ágil de lectura porque todo transcurre prácticamente a través de diálogos entre los personajes. Todos los chicos y chicas que forman el equipo de trabajo tienen a su vez personalidades muy diferenciadas que no quedan diluidas por estar en segundo plano, sino que cada uno de ellos tiene su subtrama y algún momento en el que cobra su propio protagonismo. Aunque sin duda, para mí el punto más encantador que tiene Amor en juego es la relación de Claire con su hermano Chris, porque es un chico entrañable que admira a Dorian, su ídolo creador de videojuegos y se comporta como un auténtico fanboy. Gracias a él tenemos muchos de los mejores diálogos de la novela y también continuas alusiones frikis que impregnan casi todos sus encuentros. al fin y al cabo, esta historia le da protagonismo a la relación entre Dorian y Claire pero al terminar nos damos cuenta de que todo lo que hay son relaciones, de uno u otro tipo y yo me quedo con eso.
En resumen, una novela rápida y encantadora pero algo típica, con un buen fondo y una bonita historia de amor pero llena de tópicos. Si os gusta la novela romántica, con Amor en juego acertáis casi seguro porque tiene todos los elementos que suelen gustar a l@s amantes del género y que funcionan muy bien, combinados con la narración sencilla y fluida de Marta Cruces, así que tampoco me lo pensaría dos veces si la trama os llama la atención.
Enlace: https://enmitiempolibro.blog..
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