Inflexiones de la luz

Al igual que un museo enaltece las obras que resguarda, sin quitarles ese lugar de interés o de referencia, los colores y materiales elegidos para este libro exaltan sus textos. Páginas negras que señalan el cambio de temática, o la entrada a una nueva sala. Una antología poética cuidada tanto en lo físico como en la selección de las obras, favoreciendo su lectura.

En el recinto imaginado por Cross, abundan las creaciones hechas por otros, pensadas con diversas intenciones, modificadas con el transcurrir del tiempo. Dichos objetos son reunidos para ser inspeccionados. La autora presta sus ojos a los lectores como una invitación al escrutinio, una propuesta a la observación.

Pareciera que el enfatizar rasgos vistos por una sola persona, generaría una experiencia monótona, sin embargo, las decisiones que se hayan tomado durante su hechura, logran a momentos una relación personal con las palabras. Textos no aptos para los no iniciados, del lector dependerá profundizar el vínculo extendido por la escritora, pues su basto conocimiento se percibe en la mayoría de los poemas, siendo necesario la compañía de otros libros de consulta, o si la modernidad se prefiere, fuentes electrónicas para el acercamiento con la obra.

Sólo después, es posible visualizar el mismo campo de recreación (re/creación) que se propone. En este juego dado por Cross, el comienzo pudiese ser difícil, pero conforme se penetra en aquel lugar, aumenta la familiaridad con las obras, y los signos, que contiene cada sala.