El palacio de papel

Me encanta cómo huelen los libros de biblioteca: huelen más a importantes que los libros normales, un olor majestuoso, a antaño, a escalinata de un palacio de mármol, o a senador.

Qué niños tan estúpidos. Cobrado lo estropeó todo. Jonas lo estropeó todo. Yo lo estropeé todo.

Sé que cada puta familia es infeliz a su puta manera . Pero ahora mismo y durante unas cuantas horas, necesito una Familia Feliz. Hasta que esté sana y salva en la orilla, necesito aferrarme a esta verdad como a un salvavidas. Sin soltarme.

...es lo que hacemos, lo que llevamos años haciendo. Llevamos nuestro pasado a rastras, todavía reprimido, pero lo bastante atrás para no tener que verlo, para no tener que reconocer abiertamente lo que una vez fuimos.

La mierda siempre se acumula, la clave es sobrevivir a ella, pero eso es algo que no aprenderé hasta mucho más adelante.

No han pasado ni veinticuatro horas y ya, si no estoy con él, me dedico a contar el tiempo hasta estarlo, como si mi propia vida hubiera dejado de existir y ahora solo importara el tiempo entre él y él.

Estoy enamorada de Jonas. Siempre lo he estado. No puedo vivir sin él, no puedo renunciar a él ahora, después de esperar tanto tiempo. Pero también estoy enamorada de Peter. Tengo dos opciones. Una no la puedo tener. La otra no la merezco.

Se acabó arrepentirme de lo que no he hecho. Ahora solo me voy a arrepentir de lo que he hecho. Lo quiero, me odio; me quiero, lo odio. Es el final de una larga historia.

A mí me bastaba con mirarlo a él para sentir la eternidad y ser feliz.

En esta familia no somos cobardes. Hay que plantar cara a los miedos. De lo contrario habrás perdido la batalla antes de que empiece.