Una novela histórica que nos traslada a la Galicia de la segunda mitad del siglo XV, en la que los libros y su custodio, se convierten en protagonistas de una novela magníficamente ambientada, tanto en el lugar en el que transcurre, como en el momento histórico. Rodrigo Costoya nos lleva hasta el monasterio de la Misarela, donde Luis de Ligunde, decide esconder unos códices que considera en peligro en la convulsa ciudad de Toledo. Su misión como custodio de estos manuscritos, es mantenerlos a salvo. Pero inconsciente pone en peligro su conservación, al salvar de morir ahogada a una joven. En esta novela encontraremos una lectura pausada pero entretenida, muy bien ambientada y que entremezcla magníficamente ficción y realidad. |