En este último párrafo concluiremos destacando el talento de Costamagna, en primer lugar, para crear personajes totalmente normales en su contexto social pero con fantasías - las de experimentar su propia inexistencia - que escapan de la lógica o de las convenciones de una cultura asentada en los valores de la religión católica. Y en segundo lugar, para concienciarnos de que, en cualquier momento de nuestra vida, podemos ser Julieta o Martín Canossa. En otras palabras, que podemos ansiar nuestra desaparición en el momento más inesperado, estando cuerdos y hasta en un momento en el que las circunstancias de cualquier signo nos sonrían de oreja a oreja.
Enlace: https://jimenadelaalmena.blo.. |