Una escritora de muerte

Finlay es una escritora, separada, con unos hijos muy auténticos Delia y Zack y un ex prometido, Steven, que le tiene amenazado con quitarle la custodia de sus hijos si no se pone a trabajar y deja de fantasear con ser escritora.
Pero una conversación con su agente mal interpretada por una mujer le cambiará la vida.
Se meterá en unos líos de mafias impresionantes pero que le entrarán las musas para dar rienda a su libro estancado y poder ganar más dinero, con la mafia y con el libro.
Pero ojalá todo fuera tan bonito, jugar con fuego quema, y jugar con la mafia son palabras mayores, y más cuando “has matado” a uno de ellos.
Juguemos.
Es un libro muy divertido, a Finlay le pasa de todo lo que le puede pasar y más. Siempre al borde del peligro, siempre al borde de que la pillen y para más inri un policía Nick detrás de ella que no dejará ni a sol ni a sombra que es amigo de su hermana Georgia y que es quien llevará la investigación.
Chicos buenos y majetones no nos faltaran como Nick y Julian, vamos que habrá salseo, poco, pero lo habrá. Pero lo suficiente para mantenernos ahí con el puntito de con quién.
Finlay contará con Vero, su antigua canguro para recorrer toda la aventura que le espera. Lios y malentendidos impresionantes, y con un final que no sé si dará para una segunda parte, pero que te quedas literalmente con la boca abierta.
Ambas son increíbles y nos harán pasar momentos muy divertidos, todos contados en primera persona desde la perspectiva de la escritora.
Si os apetece una especie de thriller comedia, con asesinatos, investigación y un poquito de salseo con este libro os lo pasaréis genial.
Yo he descubierto una autora a seguir de cerca.