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Vuelvo a leer una historia de ficción centrada en ETA y termino de nuevo con el estómago revuelto y el corazón encogido, recordando unos años en los que este tema abría el telediario un día tras otro. En esta ocasión, fracasada su última tregua, la banda prepara un nuevo golpe. Dos encapuchados secuestran a Bixen, profesor universitario defensor de la vía pacífica, y cuando su mujer recibe la llamada en la que le indican cómo debe proceder decide que es hora de tomar sus propias decisiones. Devoré tanto Los Niños de Lemóniz como Patria y me ha ocurrido lo mismo con Los Ausentes. En esta ocasión se narra un secuestro desde el mismo momento en que es planificado, y vemos cómo lo vive cada una de las personas a las que atañe, ya sea de lleno o tangencialmente. Es una historia cargada de violencia emocional, consecuencia de tantos años de lucha y tantas heridas abiertas a uno y otro lado, ante la que es imposible mantenerse indiferente. Y es, sobre todo, una historia sobre las víctimas colaterales de todo lo ocurrido, una época en la que sólo importaba la causa pero que afectó a tantas y tantas personas que sin ser protagonistas directas se vieron arrastradas por todo lo que aquella lucha armada implicó. Una historia dinámica, de lectura rápida, con personajes interesantes y para mí con un punto claustrofóbico que me impelía a seguir leyendo para tratar de escapar cuanto antes. Si no la has leído te la recomiendo. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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