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Sara ha decidido dejarse llevar por sus miedos, dudas e inseguridades y hacer caso a las palabras malintencionadas de Mónica alejándose así de Peter. Después de pasar un tiempo en un pozo demasiado oscuro Sara comienza a levantar cabeza sin poder quitarse de encima los recuerdos. Un viaje de trabajo a Roma traerá de vuelta no solo recuerdos de su relación, además de sorpresas a las que no podrá negarse. ¿Conseguirá dejarse llevar sin miedos? La segunda parte nos muestra a una Sara desmoronada, incapaz de volver a su vida sin Peter. Y la que parece que no ha aprendido nada, aunque cuando la vida vuelve a cruzar sus caminos nos damos cuenta de que ella ya no es la misma. Que no está dispuesta a volver a renunciar al amor y que no va a permitir que la inseguridad vuelva a tomar el control. La historia a pesar de tener algún momento intenso es bastante relajada. No hay montañas rusas, ni altibajos. Por lo que cuando llegas al final de la historia casi podría considerarse el final. Sin embargo, contamos con una tercera parte por lo que no dudo que los problemas volverán a ocupar su lugar. |
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