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Sara, después de la decisión que toma en el final de la primera parte, está desolada y rota. Se refugia en sus amigos para poder salir de esté bache y sobre todo que no duela tanto, pero no va a ser fácil porque él era importante para ella. Peter no entiende ciertas cosas, la amaba como nunca a amado a una mujer, se fue sin más y esta destrozado, roto de dolor. Por circunstancias de la vida Sara y Peter tienen que volver a verse las caras, no va a ser fácil para ninguno de los dos. Es más, tener que trabajar mano a mano y verse tan a menudo hará que los recuerdos regresen, pero en este caso con más dolor. Por lo que añoran y no pueden tener. El destino es caprichoso y por asuntos de trabajo tienen que ir a Roma, donde recordarán los momentos que allí vivieron y en ese momento es el pistoletazo para dejarse llevar o olvidarlo todo para siempre. En está ocasión he comprendido mejor a Sara y porque hace ciertas cosas, en está novela se ve la evolución en ella. Peter es un personaje que me gusta mucho, aunque tengo que reconocer que en un momento puntual no entendí su reacción. En está segunda parte, conoceremos más la vida de Peter y su pasado. Sobre todo entrarán en juego dos personas de su pasado a las cuales Peter no les tiene mucho cariño y esto hará que lo que tiene con Sara pueda afectarse, sobre todo porque los secretos tienen los pies muy cortos y siempre salen a la luz, en el peor momento. Seguiremos sabiendo cosas de los amigos de Sara, veremos como van avanzando en sus vidas y cómo las cosas que les pasan les afectan o cómo las llevan, también algún amigo de Peter. Volver a encontrarme con Héctor, Álvaro y Ana me ha gustado. El romance sigue en está novela, ya no solo volver a reconquistarse, sino crecer como pareja y dejar a un lado las inseguridades y los miedos si quieres que está vez la cosa funcione. |
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