Todos los nombres de los países que vas a dominar; y ya, desde Ilión presagiando la conquista, de un triunfo tan hermoso estaba preparando la fiesta. Sólo esperaba para comenzar, que mi sangre fuera la primera en derramarse. |
Todos los nombres de los países que vas a dominar; y ya, desde Ilión presagiando la conquista, de un triunfo tan hermoso estaba preparando la fiesta. Sólo esperaba para comenzar, que mi sangre fuera la primera en derramarse. |
Es poco ser extranjera, desconocida y cautiva: este destructor fatal de los tristes habitantes de Lesbos, este Aquiles, el autor de tus males y los míos, cuya mano ensangrentada me llevó prisionera, quien me arrebató de inmediato mi nacimiento y tu padre, de quien por el nombre de todo debe serme odioso, es de todos los mortales el más querido a mis ojos. |
Con tu esposo, hija mía, te dejo. Señor, dígnese esperarme y no dejarla. A mi pérfido esposo corro para presentarme. No soportará la furia que me anima. Será necesario que Calcas busque otra víctima |
Yo lo vi: su aspecto no tenía nada de feroz; sentí el reproche expirar en mi boca, sentí contra mí mi corazón declararse, olvidé mi cólera, y sólo supe llorar. |
¿Cuál de los siguientes libros fue escrito por Gustave Flaubert?