Diario de una nazi es la típica novela ambientada en la segunda guerra mundial pero con un punto diferente. La historia de Ingrid y Clara muestra cómo dependiendo de quién cuente la historia los buenos y los malos cambian de bando, pero también muestra cómo si estás dispuesto a escuchar puedes salir de tu error. El desarrollo de los personajes, cómo van descubriendo las cosas que les rodean, van abriéndose y dando su confianza a otros personajes según avanza la historia hace que veamos lo importante que es querer quitarse la venda de los ojos. Y como, una vez se quita la venda, es importante intervenir, participar y poner nuestro granito de arena para que las cosas cambien y mejoren. La relación de amistad existente entre los personajes más niños del libro es muy tierna. Siempre es agradable ver cómo la inocencia de los más pequeños no entiende de razas, colores y condiciones; solo entiende de amistad, compartir y querer. En resumen, es una novela a ratos un poco dura, pero principalmente esperanzadora. |