La señal de la cruz

Viajamos a Cambridge para conocer a nuestro protagonista Cal Donovan, profesor de Historia de las religiones y Arqueología en Harvard. Cal es llamado con urgencia para acudir al Vaticano pues un sacerdote llamado Giovanni Berardino sufre los estigmas de la crucifixión, sus muñecas no dejan de sangrar y afirma tener visiones místicas. ¿Milagro o intento de fraude?

En este viaje Cal comprueba en persona que las heridas del religioso son reales y que se asemejan a las infligidas a Jesús en la cruz. Tras una ardua labor de investigación y tras dar su veredicto regresa a Massachusetts pero la historia dará un giro cuando el sacerdote es secuestrado.

Paralelamente en Paraguay en 1955 un niño comenzará a perseguir un sueño donde los secretos más valorados de Hitler tendrán un papel fundamental en ambas historias.

Es el primer libro que leo del autor y tengo clarísimo que no será el último.

Reconozco que cuando leí la sinopsis no despertó mi atención, unos capítulos después no podía soltar el libro.

Una novela perfectamente hilada donde parece que nada encaja hasta que lo hace de una manera sorprendente.

El autor mantiene la intriga en todo momento sin páginas de relleno y con personajes dotados de gran realismo.

Reliquias, secretos, postguerra, religión y estigmas arropados por unas ambientaciones y unas descripciones que te trasladan a cada escenario.

El fallito que le he encontrado ha sido la resolución final ya que me ha resultado demasiado rápida.
Las tramas principales quedan cerradas pero algunas cosillas referente a la vida privada de los personajes, que espero que continúen y resuelva en la siguiente entrega.