Me ha encantado este libro y, no me escondo, me he echado unas cuantas carcajadas. Las ilustraciones son preciosas y la lectura se hace muy fluida gracias los diálogos con lenguaje cotidiano y las travesuras de Yussuf, un príncipe nazarí un tantas revoltoso. Se lee rápido y seguro que a los más peques, ¡les encanta! |