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En esta nueva historia Charlie Parker da un paso más hacia ese mundo oscuro que ya le acecha desde hace tiempo. Esta vez debe investigar el crimen de la hija de un terrateniente en Carolina del Sur. El presunto asesino es un joven negro que ya está detenido y prácticamente condenado y del que todo el mundo se desentiende. Como imaginareis ser negro y estar acusado del asesinato de una blanca en el profundo sur americano ya es casi una sentencia de muerte. Pero es que además este joven es el último eslabón de una cadena que se remonta a los tiempos de la esclavitud y a otros sucesos posteriores que tuvieron como protagonistas a ambas familias, la de la victima y la del presunto asesino. Y ahí entra en escena Parker que, a pesar de preveer serios problemas en todo el asunto, se involucra totalmente para ayudar a un amigo, un abogado que parece el único al que le importa la vida del joven negro. Como podréis imaginar la historia está plagada de sangre y violencia, de ambientes cargados de odio, racismo y sed de venganza, porque el pasado vuelve para ajustar cuentas y el ahora se cruza con hechos que ya parecían enterrados pero que ahora vuelven a salir a la luz. Connolly lo vuelve a hacer, nos mete directamente en el ambiente, y no os sorprendais si llegáis a sentir que andáis sobre las tierras pantanosas del Congaree, entre juncos y niebla, oyendo los ecos de los que alguna vez han recorrido el Camino Blanco. Totalmente recomendable. |
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