La habitación en llamas

Un buen Connelly para mi gusto con un Harry Bosch taciturno, resuelto, huraño y excelente policía. Los títulos tan dispares entre el inglés (The Burning Room) y el francés (Mariachi Plaza) aluden a dos casos judiciales diferentes aunque conectados en el relato.

A Bosch le queda sólo un año de ejercicio como inspector de LAPD y le asignan los casos no resueltos (cold cases), lo que es un honor en la Policía estadounidense; además que le asignan un policía joven para la ayuda y al mismo tiempo la formación.

Hay poca hemoglobina en este tomo, pero mucha tensión psicológica y lo que hace esta lectura interesante, es el descriptivo de la labor diaria en el seno de LAPD, con problemas humanos al interior de la Policía y los contactos difíciles con la jerarquía; porque está todo muy politizado, muy hermético y hasta corrupto. Por ejemplo me llamó la atención que policías veteranos sean suspendidos por motivos poco relevantes por el solo hecho que hacer economías : así agradecen una vida de riesgos? Porque un policía que ha sido suspendido no tiene derecho al 100% de su jubilación.

El título del libro se refiere al asesinato de un mariachi que se encontraba en el lugar incorrecto hace 20 años atrás, un verdadero cold case.
Harry Bosch acaba de incorporar una joven policía, Lucía Soto, de origen mexicano. Ella hizo todo lo posible para trabajar con Bosch porque quiere resolver otro cold case que la implica personalmente (esta parte de la historia la encontré poco creíble).

La ciudad de LA está descrita con lujo de detalles.

El final del libro me emocionó bastante con toda la información que Connelly expone alrededor de la mítica LAPD.
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