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Crítica de vedacris


vedacris
20 October 2021
Tras conocer hace poco a Flavia Company con su libro de relatos "Por mis muertos", y al quedar tan maravillada con su forma de escribir y transmitir, decidí coger de la biblioteca este otro libro suyo. Fuga y contrapuntos fue su segunda novela; dista treinta años de mi anterior lectura y me apetecía mucho, aparte de seguir leyéndola, comparar sus novelas con sus relatos y ver su evolución como escritora. Adelanto que me ha parecido fabulosa.

Es esta otra lectura (como la anterior) que ha llegado en el momento preciso, ya que todo gira en torno al tiempo y a la música. Tiempo de ausencias, tiempo de esperas, tiempo detenido y para valorar (o cuestionar) nuestra manera de "vivir el tiempo". Tiempo de confinamiento que ahora vivimos debido al COVID-19.

Esteban Darús, pianista, compositor y director de un quinteto de músicos, incómodo con una vida y unos tiempos marcados que no siente como propios ni le satisfacen, decide desaparecer.

Su quinteto: Marga, Oscar, Carlos, Gabriela y Mario, a los que se suma el personaje de Laura, sienten verdadera devoción por Esteban, no solo como su director en el ámbito musical, sino como amigo, amante, compañero... como nexo de unión entre todos ellos.

La marcha de Esteban les deja a todos "la misma sensación de falta, de ausencia, de desequilibrio, de proyección frustada." No les da ninún tipo de explicación sobre su marcha, pero sí promete explicárselo todo en una carta que les será enviada justo en el aniversario de su "fuga".

Cada personaje actua en la novela como si fueran instrumentos musicales dentro de la misma partitura. Cada uno con su voz, sus pensamientos, temores y culpas. Son a la vez solistas y sexteto, unidos por los acontecimientos, unidos con y por Esteban, que facilmente podría representar el papel simbólico de partitura. Unidos pero separados, faltos del nexo que los mantenía a flote. Unidos, separados, detenidos en el tiempo desde su partida.

"Cuando estás esperando algo es como si el tiempo se detuviera sin parar, cada instante es más largo que el anterior" "[Esteban] Nos ha cambiado el ritmo. ¿Acaso hay algo más directamente relacionado con la música? Esteban nos ha enviado una forma nueva, sin saberlo, de vivir nuestra vida. La misma partitura, la misma melodía... pero ha logrado modularlo, o no modularlo sino... acompasarlo de otra manera..."


¿Estoy yo muy sensible o bien podríamos sustituir el nombre de 'Esteban' por el del virus que nos asedia en el momento presente?

La novela está dividida en cinco partes con capítulos muy cortos que dan agilidad a la lectura. Con el comienzo de la cuarta parte -y a falta de cincuenta páginas para terminar el libro- coincidiendo con la llegada y lectura de la carta prometida, todo cobra sentido y empezamos a encajar las piezas.

No voy a comentar nada de la esencia última de esta pequeña novela (doscientas páginas que invitan a la lectura reflexiva y pausada), pero sí quiero recomendar que si la leéis no cometáis el mismo fallo que yo y no os hagáis autospoiler con la sinopsis de la contraportada, avisadas quedáis.

Los personajes están muy bien desarrollados, tienen una profundidad increible a pesar de la corta extensión de la obra. He sido capaz de conocerlos totalmente, amar a unos, odiar a otros, compadecerme de algunos; una gozada de retratos psicológicos los que la autora hace de cada uno de ellos, de los que no llegamos a conocer rasgos físicos (ni siquiera las edades) pero sí su interior, que al final es lo que marca esta historia.

No puedo dejar de recomendar su lectura. Te va atrapando cada vez más a medida que pasan las páginas. Creo que he anhelado/temido el final tanto o más que los propios personajes. Es una historia de la que sacar una gran moraleja, muy bien escrita e hilvanada y con un final realmente bueno: justo el que merecía la novela. Redondo.
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