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Si tuviera que definir estas memorias, aprovecharía para hacer una referencia gastronómica y las calificaría como «deliciosas». Laurie Colwin no fue una reputada chef con estrellas Michelin, ni falta que le hacía. Columnista de la revista Gourmet, escribió varios ensayos dentro de la literatura gastronómica y también algunas novelas. Descubrí a esta autora cuando me dio por buscar memorias gastronómicas (o food memoirs) y no sé qué esperaba encontrar, pero no una lectura tan acogedora y de confort como ha resultado ser. En este libro Laurie hace un repaso en confianza, de tú a tú, de unas cuantas anécdotas vitales y culinarias a lo largo de su vida. Cenas con amigos, comidas de última hora, recetas familiares y algún que otro desastre, entre otras cosas, se relatan en estas páginas con nostalgia y un toque de humor que me ha encantado. En medio de todo esto tenemos, por supuesto, las recetas. Hay varias por capítulo con platos para todas las ocasiones de mayor o menor dificultad, algunos de cosecha propia. También nos da algún que otro truquillo y consejo, que nunca vienen mal. El mío es que no leáis este libro con el estómago vacío porque se os hará la boca agua (y, por desgracia, no podemos meter la mano entre las páginas y sacar una suculenta comida recién hecha). El título de cada capítulo está, por supuesto, relacionado con la comida, y nos da una idea del hilo conductor que va a llevar. Además, al final se incluye un índice para encontrar fácilmente ingredientes y recetas. Puede que una de las recetas de Laurie te saque de un apuro en algún momento, nunca se sabe. Fue una de mis mejores lecturas del 2023 porque lo disfruté muchísimo. Os lo recomiendo si os gustan las memorias que os dejen el corazón calentito y, sobre todo, si disfrutáis con la comida y la cocina. Ojalá traigan más de sus ensayos. |
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