InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Inquilinas_Netherfield


Inquilinas_Netherfield
29 May 2019
Visitando mi librería de cabecera hace poquito me encontré con que la editorial Funambulista ha reeditado recientemente dos novelas de Wilkie Collins. Una es Corazón y ciencia, que va por su segunda edición, y la otra es la que hoy os traigo, La reina de corazones, que va ya por su sexta edición. al ver esta última recordé que tenía la edición anterior todavía sin leer en la estantería desde hace un tiempo, así que aprovechando la ocasión y el recordatorio, me puse a leerla de inmediato, que además ya sabéis (o deberíais, porque soy muuuyyyy pesada) de mi adoración por este autor.

La reina de corazones comienza presentándonos a tres ancianos hermanos que viven en The Glen Tower, una especie de mansión muy antigua en el sur de Gales. Owen, amable y sensible, fue en su día pastor anglicano; Morgan, cascarrabias y huraño, es un médico jubilado; y Griffith, el único que llegó a casarse, es un abogado retirado y viudo con un hijo militar. También es Griffith el único que mantiene lazos con el exterior y amistades de su antigua vida, y por medio de una de esas amistades, que fallece, se convierte en tutor de una niña llamada Jessie Yelverton. Las condiciones de su tutoría (que tienen como fin último que la señorita Yelverton pueda heredar a los 21 años), hacen que realmente no tenga que hacer gran cosa hasta que Jessie está próxima a cumplir la mayoría de edad y necesita pasar obligatoriamente seis semanas consecutivas con él en The Glen Tower si no quiere renunciar a esa herencia.

Y en esas estamos cuando comienza el libro, con tres ancianos ermitaños que de repente se encuentran con un vendaval de juventud viviendo entre ellos. Jessie es impulsiva, cariñosa, alegre... y pronto tiene a todos encantados y encariñados con ella. Pero una noticia (que no puedo desvelar xD) urge a los hermanos a urdir un plan para que Jessie no se vaya una vez cumplidas esas seis semanas de estancia. Necesitan retenerla diez días más sea como sea, pero Jessie no puede enterarse de lo que ocurre ni presentir que la están reteniendo por algún motivo. Aun así, se apañan para sonsacarle una promesa: si después de la cena le cuentan una historia que le guste, se quedará diez días más para escuchar diez historias que narren sucesos extraordinarios de sus vidas o de personas que ellos conociesen antes de exiliarse a The Glen Tower. Y así es como los tres hermanos toman pluma y papel y, contrarreloj, se sientan a escribir esos diez relatos.

La dinámica que sigue la novela es la misma que siguen otras obras muy conocidas como El decamerón, Las mil y una noches o Los cuentos de Canterbury: la narración enmarcada. Es decir, que tenemos una trama principal (la que menos páginas ocupa) que sirve para contener e hilar otras muchas subnarraciones enmarcadas narradas por un grupo de personajes reunidos a lo largo de varios días, que en en este caso son las historias que los hermanos cuentan a Jessie a lo largo de diez noches y que son las que ocupan casi todo el volumen de la obra. El método que siguen es el de numerar las historias del uno al diez, meter las papeletas numeradas dentro de un bol y sacar un número cada noche. Cuatro son las historias escritas por Griffith, mientras que sus dos hermanos escriben tres más cada uno (por cierto, me he llevado alguna sorpresa con los relatos que he encontrado en el libro, porque algunos se han comercializado en España como relatos independientes o sueltos sin especificar en ningún momento que pertenecían al todo general de esta novela concreta...).

En cada ejemplo de los libros que expongo arriba las subnarraciones suelen tener una temática (o temáticas) común en todas las historias, pero en La reina de corazones es más difícil establecer ese límite. Sí que es verdad que varias de ellas tienen un punto tenebroso o sobrenatural, pero también las hay que narran hechos cotidianos con un punto de misterio, historias que bordean la sensation novel tan de moda en la literatura victoriana, investigaciones al más puro estilo detectivesco (recordemos que Collins fue uno de los precursores de la novela policíaca) o sucesos cotidianos en torno a personajes totalmente normales. En estos diez relatos hay de todo, como en botica, y ahí radica el encanto y fascinación que producen su lectura: nunca sabes lo que te vas a encontrar cada vez que uno de los hermanos se dispone a narrar una de sus historias, no hay anticipación en cuanto al género literario ni al tipo de historia. Lo mismo te hablan de fantasmas que de una esposa con un secreto o de una investigación policial tirando de documentación oficial de Scotland Yard. El tono también varía, y nos movemos desde el gótico al drama pasando por el humor más irónico y cierta esencia de aventuras, así que en todo momento tienes la sensación de estar leyendo muchos libros dentro de uno solo, a lo que se suma que los tres narradores y sus experiencias vitales difieren por completo entre sí.
En realidad La reina de corazones es un compendio de lo que es la propia bibliografía de Wilkie Collins. Este autor se atrevía con todo, tocaba todos los palos cuando se sentaba a escribir un libro, y su obra está repleta de obras que discurren entre géneros de lo más variopintos entre sí. Eso mismo es lo que encontramos en esta novela. La trama principal está perfectamente planteada a pesar de su brevedad, los personajes están totalmente definidos y perfilados, y para cuando comienza el primer relato narrado por el hermano Owen, el autor solo ha necesitado sesenta páginas para asentar toda la narración y su finalidad. Una vez ahí, Wilkie Collins se adentra en todos y cada uno de los géneros que más tarde le darían fama, porque cabe puntualizar una cosa: La reina de corazones fue publicada justo un año antes de la primera novela que le daría realmente fama, La mujer de blanco. Hasta ahí había publicado muchos relatos, obras coescritas mano a mano junto a Dickens, buenas novelas como Basil... pero el éxito real, tal y como digo, le llegó en 1860 con La mujer de blanco, así que estamos ante una novela en cierto modo temprana que no lo parece en absoluto.

En fin, que no puedo hacer más que recomendar La reina de corazones. Wilkie Collins escribía muy bien y sin necesidad de florituras ni rodeos. Tenía una capacidad asombrosa para ambientar y detallar sus historias y sus personajes en apenas unas páginas, y un dominio espléndido del ritmo narrativo para mantener al lector pegado a ellas. Es una gozada leerle; yo al menos nunca me canso de hacerlo, y las más de quinientas páginas que componen este libro se me han pasado volando.
Enlace: https://inquilinasnetherfiel..
Comentar  Me gusta         30



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(3)ver más