Wilkie Collins es uno de mis autores clásicos favoritos, su dama de blanco y su piedra lunar me han tenido fascinada de principio a fin en todas las ocasiones en que los he abordado, al igual que muchos de sus relatos policíacos y de misterio, así que cuando @editorialfunambulista me dio la oportunidad de adentrarme en este pequeño relato del autor me tiré de cabeza. ¿Qué me he encontrado? Me he encontrado la narrativa y el estilo maravilloso al que me tiene acostumbrada, pero sin embargo no me he topado con una trama atrapante y adictiva como en otras ocasiones. La máscara robada es un relato breve y delicioso, que Wilkie Collins escribió como un pseudo homenaje a su amigo Charles Dickens en un intento de emulación de los tradicionales cuentos de Navidad. En ella, nuestro protagonista, obsesionado con Shakespeare y su obra, consigue de forma truculenta hacerse con la copia de uno de sus bustos, esta posesión le llevará por el camino controvertido de poseer algo que le hace feliz a la vez que poseer algo que le martiriza. La obra, un anecdotario de sucesos y personajes fabulosos con ciertos halos de misterio, es una historia de anhelos frustrados con hermosos guiños al autor inglés, al mundo del teatro, y a las pequeñas ilusiones que dan sentido a nuestros días. Una historia basada en hechos reales, con una premisa muy potente que sin embargo se va diluyendo poco a poco hasta un final que nos deja bastante indiferentes. ¿Si me ha gustado? A mí de este autor, todo. ¿Recomendable? Si te fascina este escritor y quieres darte un pequeño piscolabis con una historia corta y fresca, adelante. Si es tu primer acercamiento a Wilkie Collins quizá no sea la mejor manera de comenzar, te llevarás una idea equivocada de la magnitud de su obra. |