Un libro perfecto para desconectar, dulce, muy entretenido y con sentido del humor, con muchos vecinos cotillas y unos protagonistas que enamoran aunque no sea lo que están buscando. Momentos bonitos, emotivos, divertidos y otros no tanto, toca muchos temas como las pérdidas y algunas enfermedades que tocan de cerca a Valentina, pero me quedo con todo lo que comparten desde que se conocen, como se va dando todo, de forma tan natural y espontánea y el cariño de todos los vecinos. Valentina es una joven pastelera muy dulce que no ve lo especial que es y Daniel es el chico perfecto, listo y educado, solo que él si ve lo especial que es ella y no quiere que nadie se entrometa entre ellos, me ha encantado como empiezan con esa amistad tan bonita, los celos y las pullas con los vecinos. Lo recomiendo. |