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El primer libro de la saga, Cita con Rama, fue una lectura muy interesante. El verdadero protagonista era Rama y los humanos no eran más que meros personajes secundarios. Parece mentira, pero la historia funcionaba así. En cambio, esta segunda parte es todo lo contrario. Rama solo es un escenario y los humanos son protagonistas en toda regla, con un trasfondo bien definido, motivaciones, un pasado, etc. No sé por qué, pero me gustó más Cita con Rama; en esta segunda parte tanta profundidad en los personajes resulta algo aburrida, haciendo la historia lenta. A pesar de ello, sigue teniendo su atractivo y el final invita a seguir leyendo la saga.
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