Mujeres que corren con los lobos

Y el premio gordo al libro que más he tardado en leer jamás, se lo lleva Mujeres que Corren con los Lobos. Hace más de dos años una compañera de trabajo me lo prestó (ella no se lo ha leído y tampoco ha vuelto a por él), para que lo leyera por su contenido feminista.
Bueno.
No diría que lo es.
Sí es un libro escrito por una mujer y para mujeres. Diría que trata de penetrar en lo más profundo de la psique femenina, en su naturaleza salvaje y volver a despertarla, eliminando todos los convencionalismos sociales que nos hacen olvidar ese interior de lobas y portarnos como niñas buenas.
La autora es psicoanalista junguiana, lo cual solo por definición ya me da dolor de cabeza, no alcanzo, dicho sea con todo el respeto, soy yo la que no llego a esas profundidades. Lo bonito, es que trata de explicar esa pérdida de la naturaleza salvaje a través de cuentos antiguos y narraciones ancestrales. Ahí encontramos Barbazul, Las zapatillas rojas, Baba Yagá y un montó de historias y leyendas muy interesantes. Pero de cada una de ellas extrae como 50 páginas o más de análisis junguiano y me pierdo, me aburro y me supera.
Lo he leído en diagonal y he comprendido apenas la mitad. Ahora estoy repasando los cuentos con mi hija porque son estupendos pero más, no.
Me queda un escueto aprendizaje de tratar de bucear en mi interior y que el día a día no acabe con mi esencia y creatividad, pero no lo he sabido comprender bien ni disfrutarlo.