El Rey Demonio

Un libro que me dejó indiferente. El rey demonio no es malo, pero siento que no terminó ni de convencerme ni de atraparme definitivamente. Es lo mínimo que le pido a un libro. El gran problema está, según mi apreciación personal, en el planteamiento de un mundo muy rico en historias, pero que carece de personajes que estén a la altura de las circunstancias.

Hay dos visiones en paralelo que empiezan a introducirnos en la trama. Por un lado, está Han Alister, un muchacho con miles de identidades y de oficios discutibles que le permiten sobrevivir. Por el otro, tenemos a Raisa, princesa heredera de los Páramos, obstinada y con el poder de atracción de un imán. Han le roba un amuleto a un mago llamado Micah Bayar, hijo de Gavan Bayar, consejero de la Reina de los Páramos. Allí es donde los protagonistas se relacionan, pero pasará un tiempo hasta que se vean las caras, en una escena bastante patética. Durante ese período no sucede gran cosa y las páginas del libro giran en torno a los problemas en los que Han se mete (a veces porque sí, a veces por voluntad propia) por conservar el amuleto e intrigas palaciegas que podrían tener más fuerza si la bendita onomástica de Raisa, que la habilita a que le consigan marido (y lo insoportable no sólo es que ella no pueda elegir, sino que también sea prejuiciosa cuando piensa en los candidatos), no interfiriera tanto.

La escritura en sí no es mala, pero podría ser mejor. Encontré frases que realmente nunca creí que leería en mi vida, y no lo digo en el buen sentido. Los diálogos son terribles. A veces pedí mentalmente que la narración se metiera dentro de los personajes y dejara de pasarles por encima, porque necesitan más desarrollo. Han irrita bastante con sus actitudes, sobre todo cuando interactúa con personajes femeninos, y Raisa reclama independencia pero no sabe qué hacer con ella las pocas veces que se la otorgan. Incluso Pájaro es mucho más simpática y decidida que ella, al igual que Bailarín es más complejo y misterioso que Han. Los personajes adultos (como Marianna, Willo, Lucius y demás) son interesantes y cumplen el rol de proporcionar la información importante. Aun así, me gustaría verlos crecer en la continuación.

Las últimas páginas son las que realmente llamaron mi atención porque es una seguidilla de giros y revelaciones. Algunas fueron predecibles, pero ese hecho puede obviarse para disfrutar lo que queda de El rey demonio. Es un 2.5 y la media estrella con la que redondeo hacia arriba se la merece porque tiene una buena construcción que promete mejorar. Hay guerras y leyendas que se mencionan todo el tiempo y, sin embargo, se sabe muy poco de ellas. Para el primer libro de una saga, supongo que eso es suficiente.