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Aparte de las preocupaciones de un chico de su edad, Tommy tiene una añadida: es una bruja, y deberá decidir si unirse al aquelarre de Nueva York y salvar el mundo, con todo lo que conlleva. Cuando soy fan de algo, o de alguien en este caso, se me nota mucho. Jorge me enamoró con Ike y los comedores de cuerpos, así que sabía que tenía que leer esta novela ya desde que se anunció. En Todas las brujas buenas encontramos no sólo brujas, sino toda clase de criaturas mezcladas en el Nueva York actual. Esta sociedad tiene sus puntos originales que prefiero que descubras por tu cuenta y que no te dejarán indiferente; no te esperes las cuatro cosas típicas. Lo sobrenatural se mezcla con lo real: clases, exámenes, fiestas... e incluso con misterio y puede que algún crimen (ya sabes que si me mezclan fantasía y misterio yo soy feliz). Todas las brujas buenas tiene giros argumentales bastante chulos, que no he visto venir, además de un estilo súper adictivo. Además, aunque tiene un final muy cerrado, hay cositas de las que estoy deseando saber más y que me generan mucha intriga (esperemos que se publique la segunda parte). Si hay algo con lo que me quedo en este libro, es con los personajes, un grupo de mamarrachos geniales. Son muy diferentes los unos de los otros, y me ha gustado verles tan humanos, con preocupaciones propias ajenas a la magia. Todos se han llevado consigo una pequeña parte de mí, y estoy deseando reencontrarme con ellos. No voy a decir nada de la pedazo cubierta de este libro porque ya se ve que es increíble. Os recomiendo un montón darle una oportunidad a esta novela: es maravillosa |
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