Muerte en las nubes

¿Qué hace el mejor detective de todos los tiempos si es uno de los sospechosos de un crimen? La respuesta es simple: pone a trabajar sus células grises para descubrir al asesino y así salvar su honor.

Hércules Poirot es uno de los pasajeros del avión en el que se comete un asesinato. No vio nada ya que dormía en ese momento. El culpable es uno de los viajeros y esto lo incluye.
El homicidio es muy ingenioso, no solo por el espacio reducido en donde se perpetra sino también por cómo ,con qué y por qué.

Poirot va ganándose poco a poco la confianza de los pasajeros para que le revelen sus secretos. Los lectores lo acompañamos en sus pesquisas y conocemos todos los datos necesarios para resolver el caso, pero solo la astucia del famoso belga podrá lograrlo.

El final es sorprendente, digno de la dama del crimen.
Una historia divertida, entretenida y para jugar al investigador (y perder).