De nuevo, esta mujer me ha dejado con la boca abierta. Nos encontramos frente a un caso que pese a parecer relativamente sencillo no lo es en absoluto pero ella lo resuelve con gran maestría y sin dejar ni un solo cabo suelto. Ella gusta de personajes con doble personalidad, doble vida, doble identidad y a veces incluso triple. ¿El problema de esto? Que cuando recurre a ello, es prácticamente imposible saber de quién se trata. Normalmente sospecho del menos sospechoso pero al final, durante la corta trama, porque normalmente las historias no se extienden más allá de las 200 páginas, termino sospechando hasta del propio Poirot. Es una maestra del engaño y sus novelas, una delicia.
|