Victoria se enamora de Eduardo después de cruzar cinco palabras con él y decide dejar todo para seguirlo a Bagdad. Descoloca porque no es a lo que Agatha nos tiene acostumbrados. Nos vamos a encontrar con suspenso, política internacional, espías y conspiraciones para destruir el mundo. Los personajes son muchos y puede resultar algo confuso, no logré empatizar con ellos. Me daba lo mismo lo que le sucediera a la protagonista,que dicho sea de paso es una joven muy particular y bastante mediocre cuyo único talento es la mentira. El final me resultó predecible. Definifitivamente no está entre mis favoritas. |