En este libro tenemos a Ruth, una mujer hija de un millonario que le regala unos rubíes. Ella quiere separarse de su marido y pone rumbo a París en el tren azul. Pero ella, nunca llegará a su destino porque será asesinada en el viaje y los rubíes habrían desaparecido. Una buena mujer, Katherine, lo presencia todo y junto con Poirot, el mejor detective, supuestamente retirado, se propondrán resolver este crimen que cuenta con muchos sospechosos. Un conde, una criada, su marido, la amante del marido y cualquiera que supiera de la existencia de esos rubíes. La verdad es que empieza más lento pero poco a poco se va volviendo más interesante la trama. Me gusta que todo se desarrolle en el tren y me encanta el personaje de Katherine por su bondad y fortaleza. Te enseña que nada ni nadie es lo que parece a simple vista. Me he pasado el tiempo pensando que era el asesino uno, luego otro, y así hasta resolver el crimen y realmente no me esperaba el final, me ha sorprendido y sobre todo ver como Poirot llega a esa conclusión para resolver el crimen. Un libro genial si te gusta el thriller clásico y Agatha Christie |