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Desde que la Orden de Babel le quitó todo a lo que tenía derecho por su linaje, Severin no ha tenido otro objetivo más que vengarse. Se ha ido construyendo poco a poco y ha ido aprendiendo cosas de todos los “padres” que se han encargado de él desde que sus verdaderos padres murieron. Ahora es un importante hotelero de París, pero eso solamente es una tapadera mientras que se dedica a lo que verdaderamente le interesa, recuperar todos los objetos que pertenecían a la casa de Vanth de la que su padre era patriarca. Cada encargo u objeto con el que se ha hecho le han acercado más a su objetivo pero cuando se encuentra ante un hallazgo increíble la Orden da con él y le proponen un trato, si les ayuda a recuperar el objeto que desean le devolverán lo que más ansía, su herencia. Tenía muchas ganas de leer este libro desde que salió pero había leído algunas reseñas negativas y eso me había echado algo para atrás. Pero después de leerlo tengo que decir que me ha encantado. El libro es muy del estilo del Último mago o Seis de cuervos, es decir, la trama gira en torno a un grupo de amigos que se disponen a robar un objeto que en principio es casi imposible de conseguir pero gracias a las habilidades e ingenio de los personajes van a intentar hacer lo imposible y hacerse con él. La historia se ambienta en París, en el año 1889 y la autora nos presenta un mundo en el que tanto la magia como la religión tienen mucha importancia. Por un lado nos encontramos con que en Francia antiguamente había 4 Grandes Casas que eran las encargadas de custodiar el fragmento de Babel de Occidente, un artefacto muy poderoso y peligroso que de reunirse con los otros fragmentos de Babel otorgaría el poder de Dios. Debido a las ansias de conseguir este poder una de las casas cayó en desgracia la Casa Caída y otra de las casas se quedó sin herederos, la Casa Vanth, por ello en la actualidad sólo perviven en Francia la Casa Kore y la Casa Nyx. Además algunas personas tienen poderes, lo que se conoce como afinidades que les permiten tener habilidades increíbles. Hay dos tipos de afinidades forjadas, las mentales y materiales y por otro lado hay artefactos con numerosos poderes que cada Casa sella con su anillo para que no quepa duda de la Casa a la que pertenece. Todo el tema de la ambientación me maravilló, creo que la premisa de la autora es muy original, me encantó la idea de mezclar los poderes con la religión. Otra cosa que me gustó fue la pluma de la autora, es ágil, descriptiva y llena de acción. Además la trama discurre de una manera espectacular y hay varios giros en la trama sorprendentes lo que solo hace que te enganches más a la historia. Por otro lado hay capítulos narrados desde el punto de vista de cada uno de los personajes principales lo que hace que llegues a conocerlos mejor y empatices con ellos. Con respecto a los personajes, me encantaron, están muy bien construidos y todos tienen su papel en la historia, además la autora ha sabido crear una serie de personajes con características y rasgos de personalidad tan diferentes pero que juntos se complementan a las mil maravillas. Por destacar , mencionaría a los 6 principales: Severin, Laila, Enrique, Zofia, Tristán e Hypnos. Todos son personajes complejos con secretos y objetivos propios que evolucionan mucho a lo largo de todo el libro. En cuanto al final, es de infarto, está lleno de acción y deja con mil ganas de leer la continuación además la historia tiene un toque de romance que sin bien es cierto no domina, le viene genial. En definitiva un libro espectacular que estoy segura de que todos los amantes de la fantasía disfrutarían. |
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