La mala esposa

Con su nueva novela, “La mala esposa”, Estela Chocarro resultó ganadora del XXV Premio Francisco García Pavón de Novela Policíaca, y en ella se objetiva un salto cualitativo claro respecto a sus anteriores novelas. Es la primera vez que una mujer gana este premio, y lo hace con una historia de dos mujeres atrapadas en matrimonios infelices que posee una gran carga de intriga psicológica.

Tras un reciente intento autolítico, Gloria ha tocado fondo. Con su hijo estudiando fuera, y víctima de malos tratos por parte de su marido, siente un vacío en su vida del que quiere escapar. Para ello se pondrá en manos de Almudena, una psicóloga que disfruta de una vida sin preocupaciones. Belleza, clase, dinero y un marido en apariencia perfecto, hacen que Gloria envidie su vida. Pero incluso las más deslumbrantes de las fachadas esconden miserias que pueden arrastrarte al precipicio.

“La mala esposa” no es una novela policíaca al uso. Si hubiese que clasificarla dentro de algún subgénero, este sería el domestic noir. En ella, personas corrientes se ven abocadas a la tragedia como consecuencia de sus propias decisiones. No es una novela de grandes crímenes pero muestra algo que a veces resulta mucho más perturbador, y es ese mal cotidiano que está más cerca de lo que imaginamos y que en este mismo momento podría estar padeciendo cualquier persona de nuestro entorno.

Partiendo de dos matrimonios aparentemente felices, la autora reflexiona acerca de la hipocresía y las falsas apariencias que proyectan al exterior una imagen de perfección cuando en realidad ocultan una situación de violencia física y/o psicológica de puertas para dentro, de la que muchas veces no somos conscientes hasta que ya es demasiado tarde.

Aunque a simple vista Gloria y Almudena parecen encontrarse en extremos opuestos, al escarbar en sus vidas uno se da cuenta que lo que comparten es mucho más que lo que les separa. La vida que imaginaron se ha convertido en fuente de infelicidad e insatisfacción, pero distintas causas, propias o ajenas, las llevan a no poder o no saber cómo salir de ahí. La vulnerabilidad que su situación les ha generado, les hace ser fácilmente manipulables, llegando a contarse mentiras a sí mismas para tratar de autoconvencerse de que su situación va a mejorar. Es esa distancia que en apariencia la separa lo que lleva a que sus caminos se entrecrucen.

Gracias a un ritmo constante y una acertada dosificación de la intriga, el interés por la historia no decae a pesar de que se puede intuir hacia donde se dirige la trama.

Secretos, mentiras, infidelidades, desconfianza y falsas apariencias, “La mala esposa” habla acerca de relaciones tóxicas y de la complejidad de la relaciones personales, mostrando su lado más oscuro. Aunque aparentemente sencilla, encierra en sus páginas reflexiones muy interesantes, por lo que no puedo hacer más que recomendarla.