Si no podemos viajar a la velocidad de la luz

Las bibliotecas de mentes digitalizadas cambiaron el concepto de vida y muerte, así como la percepción de la gente al respecto. El temor a morir se mantenía, pero el sentimiento de pérdida de un ser querido era menos intenso que antes porque, gracias a las bibliotecas, desapareció la sensación de quedarse con preguntas por hacer.

¿Será que solo las personas que se percatan de las grietas de la vida inician su propia búsqueda para encontrar las verdades del mundo?

Sin embargo, hay una frase que quedó grabada en mi mente. Cada vez que me la leía, la abuela sonreía: Es un organismo fascinante y hermoso.

Porque ellos habitaron en nosotros.

Estaba satisfecha con mi vida en la Tierra, pero también me ilusionaba la posibilidad de iniciar una nueva faceta en otro planeta.

Si la Tierra es realmente un lugar tan lleno de dolor y si lo único que aprendemos allí es el lado infeliz de la existencia, ¿por qué no regresan los peregrinos?

A esas alturas quedó claro que en el universo sí existían otros seres inteligentes aparte de la humanidad, solo que no deseaban nada con los terrestres.

—Lo importante es que haya un objeto físico. Algo palpable que, aunque uno parte la mirada y pierda interés, siga ahí, en el mismo lugar donde fue colocado. Y estos productos son atractivos justamente porque dotan de materialidad a algo inmaterial.

¿Seguiría siendo un logro para la humanidad la conquista del otro lado del espacio si para ello la raza humana tenía que renunciar a su cuerpo original?

Lyudmila Marcov guardó toda la vida el recuerdo de un lugar donde jamás estuvo.