Tú tan refugio y yo tan a la deriva

Marco Corleone lleva en la familia León muchos años, sabe que no lo ha hecho de la mejor manera, pero ellos desde el principio le aceptaron y lo han querido y apoyado sin reservas. Adora a sus abuelos, a su tío, a su tía y a sus primas, pero hay cosas del pasado que no son fáciles de olvidar.

Ella, no os diré su nombre, tampoco lo ha pasado bien, su pasado también le ha marcado mucho y sobre todo nunca lo ha olvidado. Pero sabe que lo mejor para él es estar lejos, lo más lejos posible.

Los dos han tenido una infancia muy difícil, en un barrio malo, de esos que sabes que puedes terminar muy mal si no sale el instinto de supervivencia.

Pero ella regresa, a escondidas, no quieren que nadie le diga nada a Marco porque sabe que en el momento que él sepa que está allí la buscará sin descanso.

El reencuentro es inesperado para los dos, en uno de los peores lugares para ambos, donde los recuerdos son duros.

Desde ese momento Marco pondrá su empeño en recuperar su amistad y sobre todo protegerla porque el mal acecha en cada esquina.

Él es buena personas pero muy protector, ella es dura, cabezona pero con un corazón noble.

Un romance lento, una historia que viene desde lejos, pero con cicatrices que no son fáciles que sanen y más si vuelven a sangrar.

Una familia que estará al lado de Marco y no durarán en apoyarlo en lo que sea, una familia que la acogerá como una más porque la palabra familia significa mucho más que la sangre.

Un libro duro, con mucho sentimiento, donde la familia siempre estará en las buenas, en las malas y en las peores. Las risas están aseguradas y habrá momentos donde se te encoja el corazón.